A pesar de todo...La Copa de África se juega

Quizá sea un debate que ya se haya planteado en otras ocasiones, pero desde luego es inevitable plantearse si tras una situación tan dramática como la que vivieron los jugadores de Togo el pasado sábado la competición debe continuar o debe suspenderse. Y opiniones habrá para todos los gustos, ni siquiera yo mismo termino de aclararme, porque si elegimos la primera opción puede parecer que no se tiene respeto por lo sucedido, que lo único que importa es el negocio, que da igual las víctimas...

Pero si elegimos la segunda opción, la de suspender el torneo, sería como dar la razon a los criminales que han realizado el ataque, sería darles demasiado poder, darles a entender que en el momento que ellos quieran pueden parar una competición, en definitiva, que utilizando la violencia puede manejar a su antojo cualquier evento y que depende de ellos la celebración o no de los torneos.

Un día me inclino por un razonamiento y al siguiente por otro, pero lo preocupante es que el Mundial de Sudáfrica está a la vuelta de la esquina y con este precedente no puede decirse que la seguridad tanto de las selecciones como de sus aficiones esté garantizada completamente, a pesar de lo que digan las autoridades sudafricanas.

No tendría porqué afectar, se supone que las medidas de seguridad de un Mundial tienen que ser infinitamente mayores que las de la Copa de África, pero es inevitable plantearse que podría pasar si llegase a suceder un acto similar.

Antecedentes ha habido en la historia del deporte y ni siquiera se pararon los Juegos Olímpicos de Munich 1972 cuando atentaron contra la expedición israelí matando a varios componentes de la misma.

Decisión difícil, Togo ha decidido finalmente retirarse de la competición, el resto de países continúan en ella. El torneo continuará y habrá un equipo vencedor, pero lo que está claro es que esta edición quedará marcada por el ataque que sufrieron los componentes de la selección de Togo y que acabó con la vida de tres de sus integrantes.