Andaba yo leyendo el Marca, como cada día, y me encuentro con que hoy se juega un Sevilla – Barça perteneciente al Trofeo Ramón de Carranza (en el que también participan Cádiz y Sporting de Braga). El pensamiento me vino rápido a la mente: “los trofeos de verano ya no son lo que era”.
En realidad ya hace bastantes años que estos trofeos han pasado a ser meras pachangas de pretemporada. La causa fundamental de esta devaluación es obvia, la acumulación de partidos de algunos equipos que empiezan a competir en el mes de julio (con la Intertoto por ejemplo) y sobre todo, las giras por lugares exóticos del mundo, léanse “giras asiáticas” y “giras mundiales o World Tours” que se llaman ahora.
Una lástima, la verdad. Uno echa de menos el ambiente que se vivía en un Trofeo Teresa Herrera o en un Colombino por poner sólo dos ejemplos. Había veranos que los carteles de estos trofeos eran muy buenos, presentaban a los equipos más poderosos de Europa, y en el último lustro, los que vienen a jugar son equipos sin apenas nombres. Es el precio a pagar por querer fichajes caros, muchas veces inexplicables, hay que sacar dinero de donde sea, y en Alicante o Cádiz no dan tanta pasta por jugar como en Shangai o Tokio. El colmo de los colmos fue un amistoso entre Celta y Zaragoza que se jugó en Shangai hará una semana.
En fin, cosas del fútbol moderno pero a uno le entra nostalgia recordando un buen Teresa Herrera con una final Depor – Madrid o Depor – Barça.
En realidad ya hace bastantes años que estos trofeos han pasado a ser meras pachangas de pretemporada. La causa fundamental de esta devaluación es obvia, la acumulación de partidos de algunos equipos que empiezan a competir en el mes de julio (con la Intertoto por ejemplo) y sobre todo, las giras por lugares exóticos del mundo, léanse “giras asiáticas” y “giras mundiales o World Tours” que se llaman ahora.
Una lástima, la verdad. Uno echa de menos el ambiente que se vivía en un Trofeo Teresa Herrera o en un Colombino por poner sólo dos ejemplos. Había veranos que los carteles de estos trofeos eran muy buenos, presentaban a los equipos más poderosos de Europa, y en el último lustro, los que vienen a jugar son equipos sin apenas nombres. Es el precio a pagar por querer fichajes caros, muchas veces inexplicables, hay que sacar dinero de donde sea, y en Alicante o Cádiz no dan tanta pasta por jugar como en Shangai o Tokio. El colmo de los colmos fue un amistoso entre Celta y Zaragoza que se jugó en Shangai hará una semana.
En fin, cosas del fútbol moderno pero a uno le entra nostalgia recordando un buen Teresa Herrera con una final Depor – Madrid o Depor – Barça.
1 comentarios:
Que razón más grande tienes, recuerdo cuando dedicaba las mañanas de verano a leer en Marca, las crónicas de los partidos de verano.
Ahora preferiría leer el prospecto de un medicamento para la tos.
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